I. Heridas o enfermedades físicas:
Es importante esclarecer que el uso de las flores es principalmente para enfermedades de índole afectivo, es por esto que pueden ser aplicadas para enfermedades que tienen un origen emocional como por ejemplo: Asma, Gastritis, Colon irritable, Mareos, Cefaleas, etc. No obstante, como tratamiento complementario, y no para enfermedades crónicas o degenerativas.
Ahora bien, es posible el uso tópico del remedio floral para enfermedades de la piel, o para heridas. Este uso es recomendable con un terapeuta certificado y con experiencia en salud física, en así como nos recomienda Pilar Vidal C. en su blog: “Para la
aplicación de las Flores de Bach en la piel, preparadas con cremas,
gel, aceites, suero fisiológico, o algún otro vehículo que permita
su uso tópico como compresas o cataplasmas, podemos remitirnos al
libro de Ricardo Orozco
Flores de Bach, Manual de aplicaciones locales,
se publicó en enero de 2003 y nos da una visión y utilización de
las Flores de Bach a través de su patrón transpersonal, que como
indica Ricardo en su libro el Patrón
Transpersonal es un complemento a las aplicaciones personalizadas de
las flores, no se prescriben por características de la personalidad
y no se interpreta el porqué de lo que ocurre, sino la forma en la
que ello se manifiesta, traduciéndose esta manifestación al
lenguaje floral”
Mi opinión personal al respecto es que tras reconocer la presencia de una enfermedad primero acercarse a un especialista de medicina halopática, ya que la medicina homeopática es un complemento de la primera. Si el médico tratante le recomienda métodos naturales mejor aún, pero si usted tiene interés de los mismo, consultar si es recomendable al especialista. El remedio floral es un apoyo en enfermedades físicas. Recordar que el uso del mismo responde a la pertinencia del terapeuta respecto a su aplicación, y del paciente en su uso responsable.
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