sábado, 4 de abril de 2015

la llegada de mi hija

Durante agotadores 9 meses de espera e incertidumbre llego mi hija de 39 semanas, tras una inesperada cesárea pude ver sus ojos frente a mi rostro a los segundos de vida. Sabia que el amor madre hija existe, por lo que siento por mi propia madre, pero estar en la otra parte es una experiencia que volcó mi mundo y lo volvió a armar en fragmentos de un perfume de bebe.
Tan fuerte es el instinto que la parte de mi ego de mi ser comenzó a entrar en crisis, no solo se trataba del post operatorio, el ser madre, el cambio de vida, significaba dejar todo atras y comenzar de cero una vida en la que dejas de ser una solo para ti, ahora mi sentido de vida es parte de esta pequeña personita que me enamoró con sólo una mirada.
La crisis se centro en las primeras tres noches, pero decayó, miedo e incertidumbre, que hacer ahora, soy una autoproclamada neófita que durante años descarte la maternidad en mi futuro, por lo que nunca me acerque lo suficiente al mundo de los bebes.
Entonces las flores aparecieron nuevamente para ayudarme a superar esta crisis: esta es la formula que me preparé y con la cual me siento muy bien:
- 35 White Chesnut, para esas ideas torturadoras que inician mis crisis y. O me dejan ver mi hermosa realidad
- 26 Rock Rose, para el miedo que me paraliza cuando hoy necesito estar alerta y actuar, para que el pánico no me supere
- 27 Rock Water, para ser mas flexible y adaptarme de mejor manera al cambio
- 29 Star of Bethlehem, para ir sanando de la operación, y la crisis, sanar y curar
- 33 Walnut, para tirarme a la piscina de la maternidad sin arrepentimientos, sin objeciones, sin racionalismos estrictos, para dejar de pensar tanto y vivir aquí y ahora esta hermosa etapa

Esta receta responde a una crisis personal y no necesariamente sirva para otras, dependerá de los síntomas, y solo lo quise compartir por lo bien que me ha hecho en estos momentos y lo agradecida que estaré por siempre con el Dr. Bach y con mi maestra Veronica Ortega. Y ahora, a ser mamá ♥